domingo, 20 de julio de 2014

SIN COMPLICACIONES

Llevo ya un tiempo en casa sin hacer nada, nada especial, se entiende, y la verdad es que tampoco está mal.
Si lo miras bien, lo que pierdes por un lado lo ganas por otro. Ahora tengo tiempo para esas "pequeñas" cosas que antes no tenía. Pequeñas entre comillas porque en realidad son, o deberían ser, las más importantes, como por ejemplo, sentarme tranquilamente después de cenar a ver una película con mi marido, comer juntos,  irme un sábado de compras con mi hija, llevarme unos días a mis sobrinos a la playa, telefonear a una amiga con la que hacía siglos que no hablaba, sentarme a la fresca con mi vecina,  visitar a la familia, mimar mi casa,   desayunar en la terraza,  dar un paseo por el campo, escribir este blog... y así podría seguir un buen rato.  No nos damos cuenta del valor de estas cosas hasta que no estamos un tiempo sin poder hacerlas.

No se lo que haré después, pero lo que si tengo claro es que ahora voy a disfrutar del momento, ya tendré tiempo de complicarme más adelante.





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